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Neurodiversidad y Shock de Innovación en el Perú. Marcel Ramírez profesor de la Escuela de Gestión Pública

08/21/2018

La Primera Encuesta Nacional Especializada sobre Discapacidad – ENEDIS (2012), identificó que en el Perú el 3.4% de hogares tienen un miembro con limitación para relacionarse con los demás por sus sentimientos y emociones y conductas; en este grupo se ubican las personas con Condición del Espectro Autista (CEA). Las personas con CEA tienen un nivel de inteligencia normal e incluso superior a la media y presentan un estilo cognitivo particular, pero poseen dificultades para la interacción social (baja empatía), por lo que suelen no cumplir con los patrones de una comunicación tradicional y son vistos como excéntricos y “anormales”.

Si reconocemos en el Perú una falta de correcto diagnóstico temprano, las cifras de prevalencia están claramente subestimada lo cual afecta la capacidad del Estado de diseñar adecuadas políticas públicas dirigidas hacia el universo de niños, jóvenes y adultos con dicha condición. Esto lleva a que pocos tengan la oportunidad de recibir terapias u otro acompañamiento para adaptarse al denominado mundo “neurotípico” (término empleado para quienes no sufren de CEA). Asimismo, de esa proporción, un menor porcentaje es el que tiene la posibilidad de acceder a estudios superiores y luego a un trabajo donde sus habilidades serán aprovechadas (datos de Naciones Unidas estima que a nivel mundial el 80% de las personas con CEA están desempleados). A esto debemos agregar que la población de «neurodivergentes» (nuevo término para reconocer que no existe (a)normalidad sino más bien desarrollos y percepciones diferentes) son incluso víctimas de bullying, de incomprensión e intolerancia de parte de la sociedad.

Por otro lado, el Perú se encuentra en el puesto 72 de 137 países en el ranking de Competitividad Global (2017-2018) del World Economic Forum (WEF) y siendo los pilares más débiles innovación, instituciones y preparación tecnológica. En ese sentido, se reconoce que se vuelve esencial impulsar la competitividad y productividad del Perú a través de incrementar sostenidamente la inversión en Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i).

El Perú cuenta con una Política de Diversificación Productiva a cargo del PRODUCE uno de cuyos ejes es la promoción de la inversión en I+D+i. Sin embargo, considerando lo rezagado que estamos en relación con otros países, queda claro que no nos podemos dar el lujo de cerrar estas brechas en un plazo demasiado largo. Así, mejorar la inversión en I+D+i será resultado del fortalecimiento de un ecosistema de innovación que responde a la implementación de varios instrumentos de política pública (no sólo un incentivo tributario) como promover la investigación desde el nivel escolar, existencia de un pool de científicos con grados académicos de PhD, alianzas entre academia y empresas, existencia de centros de investigación, fuentes de financiamiento, etc.

Diversos estudios han reconocido las habilidades especiales de las personas con CEA: sistema desarrollado de reconocimiento de patrones, excelente atención al detalle, hipersensibilidad sensorial, hiper-sistematización y países como Estados Unidos, Reino Unido, Dinamarca y España, han reconocido la importancia de identificar tempranamente a niños y jóvenes con CEA y destinarlos a una educación que aproveche mejor sus habilidades innatas hacia la innovación y análisis. Algunas empresas que han identificado el positivo impacto sobre la innovación de incluir talento “neurodivergente” son Microsoft, Ernst & Young, IBM, SAP.

¿Por qué en vez de esperar que las empresas “neurotípicas” se vuelvan innovadoras, no inoculamos más directamente al entorno productivo del país, a jóvenes que han nacido con una orientación natural hacia la innovación, investigación y perfil analítico? Varios objetivos de políticas públicas (mejora de la productividad, mayor innovación, inclusión, etc.) se pueden alcanzar simultáneamente si se diseña un programa especial transversal de educación y trabajo pro-innovación que permita canalizar las habilidades de los “neurodivergentes” hacia un mercado laboral especializado y poco desarrollado en este momento en el Perú y hacia áreas que a futuro se volverán importantes y tendrán déficit de personal calificado; análisis de datos, implementación de servicios de TI. Debemos adoptar una transformación de nuestra matriz productiva con una visión más radical hacia la innovación, por lo que se requiere de un diseño más estratégico-prospectivo que aproveche óptimamente las capacidades de sus ciudadanos. Tiene muchos beneficios impulsar una política de innovación a través de aprovechar una ventaja competitiva que nunca perderemos y a su vez concientizarnos hacia una sociedad más tolerante e inclusiva respecto a peruanos que tienen una condición como las CEA y que vienen siendo postergados y discriminados injustamente.