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Inteligencia artificial: Elon Musk vs. Mark Zuckerberg ¿Quién tiene la razón?. Edgar Cateriano, Director Programas Corporativos PBS

08/27/2018

La discusión sobre el rol de la Inteligencia Artificial (IA) en el futuro de la sociedad, sus riesgos y usos, lleva ya varios años. Inclusive Mark Zuckerberg (Facebook) y Elon Musk (Tesla y SpaceX) se confrontan  al respecto. Zuckerberg optimista y Musk en alerta ante sus riesgos. ¿Cómo sopesar ambos criterios? Para ello es prudente saber lo que la IA puede hacer y ser, tanto a través de bots (programas informáticos) como de robots (bots mecanizados).

 

Generando valor con una artificialidad, cada vez más humana

La esencia del Facebook de Zuckerberg radica en su efectividad para “…dar a las personas el poder de construir una comunidad de alcance global…” Una cualidad antes dependiente de las habilidades interpersonales uno a uno, pero que con una IA cada vez más sesuda, brinda la posibilidad de enriquecer las relaciones humanas – aunque parezca contraproducente – a través de lo artificial.

La IA evoluciona de manera vertiginosa. Hace tres años un bot hizo creer que era una persona a más del 30% de sus interactuantes, un año después otro logró aprender visualmente de manera similar a nosotros, en agosto del 2016, otro pudo hacerlo igual de rápido y, este año, otro logró aprender en paralelo de los audios.

Es por ello que – incluso – reemplazando humanos, ya está generando valor, en: la educación, con profesores robots para niños y adultos, la seguridad, para la predicción de crímenes como en China y EEUU; la creación, con bots que componen canciones; para el pronóstico de enfermedades como el Alzheimer; en la hotelería, con experiencias “mecánicas, pero de alguna manera humanas” como las ofrecidas por Henn na Hotel e, inclusive, en ámbitos tan personales como en las relaciones afectivas y sexuales.

En resumen, la IA avanza a un ritmo que le permitirá automatizar aproximadamente la mitad de la fuerza laboral en el futuro cercano y con una inteligencia superior a la humana.

Un potencial impacto en el Perú, se puede inferir del hecho que en el emporio comercial de Gamarra, durante las últimas elecciones presidenciales, se confeccionaron 4 millones de polos promocionales de los candidatos, solo un año antes de que Adidas presentara a Sewbot, su robot con capacidad para fabricar 800,000 polos al día, a costos inferiores a los más bajos que se podrían obtener con costureros en la China. Si ese robot estaría enchufado en Lima ahora, se puede dilucidar cómo se podrían fabricar muchos de los polos de las próximas elecciones municipales.

 

Más allá de los controlable por lo humanos

Elon Musk, quien también promueve el uso de la IA en sus autos Tesla, expresa su preocupación de que esta pueda evolucionar más allá de lo controlable. Indicios que respaldan su preocupación son lo acontecido con Alice y Bob, bots desarrollados por Facebook para negociaciones que decidieron crear su propio lenguaje sin consultar a sus desarrolladores, así como lo sucedido con Tay Tweets, la bot racista de Microsoft, o con Sophia, la robot rebelde de Hanson Robotics. “Actitudes” de algunas inteligencias artificiales que se podrían intensificar con la transferencia de sesgos sexistas, racistas y clasistas, que ya vienen condicionando el funcionamiento de varias de ellas. Realidad que hace entendible el por qué hace pocas semanas, 161 expertos en IA, presentaron una carta dirigida a la ONU pidiendo que se limite su uso en armas autónomas.

Si a lo comentado sumamos el hecho de que hoy en día casi todo es hackeable, son evidentes los riesgos que tanto el gobierno y las organizaciones peruanas, enfrentan en este contexto donde su información cada vez está más expuesta a sistemas inteligentes ¿Qué pasaría si los datos levantados en el último Censo Nacional fuera usados con – humanas y/o artificiales – malas intenciones?

Es por ello que es posible decir que lo expresado por ambos, Zuckerberg y Musk, tiene asidero, los frutos de la IA se pueden disfrutar o padecer, dependiendo del uso que le demos.

En la particular realidad del Perú, serán fundamentales las acciones a nivel gubernamental, empresarial, de las instituciones educativas y de los ciudadanos de manera individual, para que esta naciente revolución, tenga una transición óptima que genere valor para la sociedad en su conjunto. En el siguiente cuadro, planteo algunas recomendaciones de lo que cada parte debería empezar a hacer a la brevedad:

 

Gobierno Organizaciones Instituciones Educativas Individual
Elaborar un Plan Estratégico Nacional para el Desarrollo Competitivo de la Inteligencia Artificial, como política de Estado (1) Formar una división de Inteligencia Artificial que actúe conectada directamente con la Alta Dirección (2) Incluir en todas las currículas formativas – al menos – un curso asociado a la programación informática, de corte plenamente aplicativo (3) Definir e implementar un plan de acción personal, para el aprendizaje y aprovechamiento de la IA (4)
(1) Los principales focos deberán asociarse a los sectores: educación, salud, empleabilidad, productividad, protección de la intimidad ciudadana y seguridad nacional. Una buena referencia es lo que está haciendo Japón.
(2) La magnitud deberá de evaluarse en función al tamaño, oportunidades y riesgos para cada organización.
(3) Para hacerlo viable y sostenible se deberá promover la generación de docentes especializados en ello, además de aprovechar lo modelos de autoaprendizaje, incluyendo los asistidos con inteligencia artificial.
(4) Con un propio dimensionamiento de hasta dónde se estaría dispuesto a avanzar, entre una actuación como usuario, hasta una literal interconexión humano-máquina, como ya lo están haciendo los primeros ciborgs.